Hoy, veo cómo por todas partes la noche se eleva
mientras descanso, me detengo a mirarla.
Observo las nubes, en el cielo azul, con lágrimas
rodeando la clara luna y las blancas estrellas.
¡Hoy, se murió el amor en un instante!...
Y creí que yo también agonizaba
fue en el momento en que con tu mirada diste
un duro golpe, en la mitad de mi alma.
Me hablaste del tiempo, y de una larga espera.
Caminé lentamente, pensando en tus palabras
escuchando los ruidos del ansia, acongojada
por no ser omnipotente…
para sembrar piedad dentro de tu alma.
¡Así fue como me sostuve de tu sombra
para no caer de espalda desmayada!
Amparada con la sombra de tu cuerpo reflejada
pensando más allá de la vida y de la nada.
Eli
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