¡Cuánto tiempo sin vernos, amor mío
cuánto te extrañé!
Qué miedo tuve que ya no me amaras
y cuánto te esperé.
Hallábame muy triste
había tenido un sueño
en las noches pasadas
soñaba que tu amor se había perdido
y que no retornaba.
¡Qué hermoso! Fue entonces encontrarte
besarte y amarte una y otra vez
beber sedienta de tus labios tibios
el néctar de tu piel
Vivía ambicionando el paraíso
y lo buscaba con fe
en las tardes, las noches, las mañanas
pero, al final lo hallé.
Hoy, que te tengo a mi lado
en tus brazos otra vez
puedo leer en tu rostro
que me sigues amando
como ayer.
Eli
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