¡Ay! Por qué mi corazón empecinado.
recuerda siempre las heridas viejas
por qué con un no, al pensamiento dejas
en tu empeño de andar sobre lo andado
¡Comprende corazón! Quiero olvidarme
que has estado siempre entre rejas
prisionero de un amor, sin quejas.
Bien guardado con llave de candado.
Es inútil, lo sé que yo deduzca.
De nada me valdrá estoy segura.
¡Es sólo mía…
esa cruz del amor, donde te inmolas
yendo detrás de mí, siguiéndome los pasos.
Eli