Como se arranca la espina de una herida
tu amor de mis entrañas arranqué.
Aunque sentí al hacerlo, que la vida
me arrancaba con él
Del pedestal que hizo el alma mía
La quietud de tu imagen arrojó
Y la luz de la esperanza ardida
ante el altar desierto se apagó.
¡Sí es verdad, lo que pensé entonces
verdad que el corazón que sufre
lo llevaré en mis brazos…
en cualquier parte
pero en mi pecho no!
Eli
pero en mi pecho no!
Eli
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