miércoles, 14 de abril de 2010

DAME TU MANO



Deseo escalar la cumbre de los días
no, de los que ya se han ido. ¡Los de ahora!
Los que comienzan cuando abre la aurora
cuando se encuentran tu alma y la mía.

Deseo estar contigo en noches frías
cerca del leño y del fuego que devora
el calor aprovechar ya, sin demora
y la luz azul de nuestra algarabía.

¡Cuánto habré de andar, hasta encontrarte
amor mío, detrás de tanta ausencia
cuánto preguntarme en vano ¿Dónde?
¿Dónde hallar tu presencia?

Dame tu mano, ven, no digas nada
hoy, me he quedado a solas ex profeso
quiero oír tu llegada. Sólo por eso…
No quisiera escuchar ni tu llamada.
Eli

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