Elevo mi
canto a la vida
como una
alondra errante y escondida,
como el
viento que gime entre los árboles
en la
alborada que nace…
Me conmueve
el silencio que es llanto
me angustia
el silencio de las almas
y el silbido de las chimeneas
que llaman
al obrero a sus tareas
en las
mañanas tibias de la primavera.
El cantar
me agiganta…
Veo la cuna
mecerse enternecida.
Mientras el
labriego a la labor se encamina
miro los prados florecidos, los trigales maduros.
Yo le canto
al amor, a la justicia y a la paz
al pobre,
al pan que nos nutre y reconforta,
a la fe, al
que ha perdido su esperanza
le canto al
amor, al sediento de ternura,
al triste,
que agoniza de tristeza.
Canto
porque tengo la alegría
de luchar
por el bien, con fe y esmero
y porque
también…. Dios besa mi rostro
con un rayo
de luz todos los días.
Eli
No hay comentarios:
Publicar un comentario