miércoles, 23 de diciembre de 2009

TE EXTRAÑO




Duende azul de mis sueños
Estás anidado en mi pecho
Te extraño en todo momento
En las mañanas las tardes y las noches.

Mira mis ojos…
Descubre en ellos mis secretos
¿Cómo puedo vivir sufriendo
Saber que estás y no te tengo?

Mi corazón es un desierto
Vivo en un vacío inmenso
Te siento te espero y te extraño
No puedo vivir sin tu cariño

Te quiero…
Y cómo no hacerlo
Si de pronto te has convertido
En el motivo de mis desvelos.

Te quiero…
Y te lo puedo repetir hasta el cansancio
Porque eres tan especial
Que cuando no te escucho
Parece que se nubla el cielo.
Eli

martes, 22 de diciembre de 2009

SOÑAR EN TUS BRAZOS






En tus brazos mi ser se embriaga de ternuras,
ternuras que se pierden en tu imponente mar
Y mi mirada triste por tanto desconsuelo,
ve llegar la alborada con luz y claridad.

Con un rastro de luna se me desangra el alma,
pero un pájaro en vuelo, me endulza al cantar…
Soy la mujer ansiosa clamándole a los cielos
la bendición que pueda mi ansia apaciguar-

Hilvanando recuerdos que me permitan amar
En tus ojos azules encontrar la vertiente
que llevará a mi vida, para siempre a tu mar
¡Morir en tus brazos pero antes soñar!
Eli

lunes, 21 de diciembre de 2009

UNA NOCHE CON JESUS


Serás invitado de honor en esta Navidad.
Cenaremos y estaremos juntos,
compartiremos el pan.
Beberemos un buen vino, el que tú bendecirás.
En familia brindaremos, formaremos un altar.
Jesús: PADRE NUESTRO, míranos con piedad.
Protege a los seres queridos,
a las madres salud y paz. Y a nuestros hijos
fraternidad le has de dar. Creador del Universo,
bendice a todos igual, a los que aman, a los que odian,
y a los que ya no están, dadle la paz.
Si con tu omnipotencia, puedes el hambre calmar.
“Rogaremos entonces que a nadie le falte el pan”.
Que a todos nos bendigas; tengamos seguridad.
Cubras con manto sagrado a los que enfermos están.
¡Los hogares ilumina, que haya amor y felicidad!
Eli

viernes, 18 de diciembre de 2009

MADRE



Escucha, madre, escucha. Tiene tu voz aún
Música de arrullos y canciones de cuna.
Tomo tus manos para acariciarlas.
Y me siento enternecida.

¿Me oyes madre? Soy tu hija y siento
la inmensa alegría de verte.
Diciéndote al oído dulcemente.
¡Cuánto es lo mucho que te quiero!

Te estrecharé en mis brazos, cerrando los ojos.
Percibiendo el calor de tu cuerpo, como ayer.
Tal vez, como tú, lo hiciste al nacer.
Y me amaste como yo te amé.

Hoy recorro los pliegos de toda mi vida.
Y de tanto en tanto recuerdo el pasado.
No puedo evitar las lágrimas de mis ojos.
Dando gracias a Dios por estar a mi lado-

Ven, acércate más, madrecita mía.
Para besar tu rostro estremecida.
Decirte que siempre te he amado
Y pronunciar la palabra más querida: Mamá


Eli